22 de juliol del 2008

El Bugader de Joan D´Anguera: un syrah para el recuerdo.


Ante todo y en primer lugar, vayan por delante mis disculpas. Me disculpo por no poder atender el blog con regularidad, pues este post, realmente, debería haberse publicado hace casi dos meses. Un largo periodo de muchísimo trabajo me ha mantenido apartado de todo lo relacionado con el blog, que no con el vino. En fin, dicho esto, paso a retomar la tarea donde la dejé.
Como en tantas otras ocasiones, el escenario de la cata que organizamos fue la vinoteca de Ana y Carlos en Cabanes, que como buenos anfitriones auspiciaron la cata y nos dieron bien de comer. Y nuestra intención, en esta ocasión en concreto, fue la de dar a conocer todos los vinos de una bodega histórica como es Cellers Joan d´Anguera en Montsant, con una tradición vitivinícola que se remonta a 1820, y cuyos vinos "más especiales" no eran tan conocidos para todos los asistentes como lo son su Planella o su Finca l´Argatà.
Pues bien, en la cata que propusimos, se probaron todos los vinos de la bodega, inclusive su dulce D´Or(una verdadera virguería elaborada con Garnacha y sometida a un proceso natural de oxidación y crianza durante 36 meses, al estilo generoso), además del Jove Joan d´Anguera, el estupendo crianza La Planella 2006 y el no menos excelente Finca l´Argatà 2006. No obstante, toda la espectación recayó, como era de esperar, en la vertical de El Bugader(entre 70-80% de Syrah, y el resto a partes iguales de Garnatxa y Cabernet Sauvignon) que comprendía las añadas 2001, 2002, 2003, 2004 y 2005.

La orientación general de la finca donde se ubica el viñedo de El Bugader, es preeminentemente norte, esto matiza, más si cabe, el desarrollo de la syrah. A diferencia de otras zonas vinícolas, donde la syrah recibe más horas de sol y eso se traduce en notas más cálidas(por lo general) en el vino resultante, en El Bugader de Joan d´Anguera no hay nada que recuerde a largas insolaciones. El conjunto mantiene una armonía espectacular, como sólo ocurre con los grandes vinos.
El éxito de que El Bugader sea lo que es se debe a la sabia elección que tomó el padre de Joan y Josep, hará prácticamente tres décadas, al plantar un clon muy particular de syrah que unido al magnífico terroir de la finca ha dado como resultado un vino de perfecto equilibrio, capaz de transmitir toda la particularidad del terruño.
La elección fue, además de sabia, acertada, puesto que Cellers Joan d´Anguera fue pionera en adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de un mercado cada vez más creciente y exigente, introduciendo por primera vez la syrah en la zona y siendo uno de los primeros vitivinificadores de la misma en toda España.
El relevo generacional, con Joan y Josep, ha intensificado y apurado los esfuerzos por mantener una tradición vinícola histórica junto a un concepto moderno de elaboración del vino, apostando siempre por una excelente calidad y cuidado de la materia prima(el vino se hace en el viñedo) en detrimento de una producción masificada. Como resultado, sus vinos les avalan: una calidad y concentración indiscutibles, que como en el caso de El Bugader, les auguran una larga vida.

Volviendo a la vertical de El Bugader, intentaré sintetizar los comentarios, poniendo de relieve aquellas particularidades que me parecieron más notables y diferenciadoras a lo largo de la cata. Quisiera señalar que todos los vinos fueron decantados 2 horas antes de su servicio, manteniendo su temperaturaa 15º en todo momento.
Dicho esto, empecemos por las características generales: en copa destaca la capa altísima, color cereza picota casi opaco. En nariz, todos comparten un aroma de buena intensidad, con una abrumadora presencia de fruta negra y ciertas notas a violetas. Otro rasgo común que destacamos es el recuerdo de la crianza, que tras 14 meses en roble nuevo francés, en absoluto ahoga a la fruta, permaneciendo en un segundo plano y confiriendo esas notas balsámicas tan características en este "casi" monovarietal de syrah.
En boca tampoco hubo lugar a la decepción: una frescura impresionante fue el estandarte a lo largo de toda la vertical, destacando la fuerza y frescura del 2001, un año sin duda inolvidable para este vino. La fina crianza también debe ser destacada aquí, denotando el tostado, al final, en algunas añadas como 2004 y 2005 un ligero recuerdo a café moka, extraordinario. La carnosidad del tanino, bien definido y sin aristas, es también una constante en todos los Bugader, incluso en el 2003, un año muy complicado por el extremo calor, en el que sólo embotellaron unas 3000 botellas de las 6000 habituales en otros años.
No menos importante es la acidez que mitiga los casi 14,5º y equilibra de forma espectacular todo el conjunto. A esto se le debe añadir el largo recorrido que tiene en boca y un eterno final que junto a un retronasal impresionante hacen de este vino uno de los más elegantes que haya tenido el placer de probar.
En pocas palabras, la mineralidad(tierra seca) sumada a una materia prima cuidada y mimada al detalle dan como resultado un vino extraordinario. Y si tuviera que elegir algun año en particular, me quedaría con el 2001, por su frescura y elegancia y con el 2005 por su fuerza y su concentración. Si bien estos dos me entusiasmaron, todos, absolutamente todos, estuvieron a la altura con creces. Sin duda alguna, un syrah para el recuerdo.

Desde Les Foes quisiera agradecer y mandar un fuerte abrazo a Joan y Núria por su hospitalidad cada vez que voy a Montsant. Gràcies per tot.

Roger