Apenas hace unos días que volví de Italia, más en concreto de Sardegna, una isla maravillosa que hasta el momento no conocía. En mi viaje he tenido la oportunidad de visitar la ciudad de L´Alguer, situada a poniente de la isla y enmarcada en la zona más septentrional. Para un catalanoparlante es siempre un hito, creo yo, visitar una ciudad donde aún pervive tu lengua más alla de los dominios conocidos. Pues bien, después de estar varios día en la ciudad, alquilamos un coche y decidimos recorrer la costa norte, desde la Nurra hasta la Gallura, para ver esos maravillosos pueblos, como Castelsardo(en la imagen), que salpican la isla. Y como no podía ser de otro modo, probar todo los vinos más significativos de las diversas DOC que tienen los sardos.

Color rubí, de capa medio alta, en nariz muestra esas sensaciones sutilmente herbáceas de la variedad mezcladas con el aire del mediterráneo que ventila incesantemente estos pagos, los mejores de la bodega. En boca es francamente armonioso, notas ligeramente fenólicas se mezclan con la fruta negra madura y el sotobosque, todo ello equilibrado por una madera de tronçais que influencia muy sutilmente, a pesar de sus 18 meses de permanencia, todo el conjunto. Un cabernet diferente pero clásico, una pequeña joya que tras otros 18 meses de afinamiento en botella, es digna de esta maravillosa isla. Quisiera añadir a las notas de cata que con toda seguridad, el tiempo mejorará este espléndido vino que muestra toda la fuerza del terruño del que procede, dominado básicamente por una arcilla gris con altos contenidos férricos. Añadir además que si se combina con unos buenos Orecchiette alla sarda, puede resultar algo inefable.
Y este ha sido nuestro pequeño homenaje desde Les Foes a todos los abruzzesi; y también recordar, de otra forma, a una tierra, en este caso Sardegna, que nos ha brindado tantos buenos momentos.
PS: A todos los que aman los paisajes de mar y la playa les recomendaría visitar Sardegna, para muestra un botón.
Arrivederci e salute...
Roger