5 de juliol del 2013

Lo más fresco de Marcel Lapierre.

Beaujolais es más conocido por su genérico vino noveau que por el resto de sus crus, cada uno de ellos con AOC propia y que, en algunos casos, están a años luz del vino joven de maceración carbónica que todos conocemos. Este es el caso del vino que hoy nos ocupa, el Morgon 2010 de Marcel Lapierre.
En una reciente cata con Joan d´Anguera, decidimos probar este vino, con unos resultados del todo inesperados. Para bien, claro.
Marcel Lapierre elabora este vino de forma completamente natural, desde el viñedo hasta la bodega, añadiendo sólo a la mitad de la uva un porcentaje bastante reducido de sulfitos. Y, por supuesto, sin filtrar.
Dicen que para contarrestar el exceso de acidez de los vinos de Beaujolais, lo ideal es plantar la viña sobre suelos ácidos, como los que Marcel Lapierre posee en Villié-Morgon.
En fin, fue toda una sorpresa: intenso, ligero, fresco, vibrante...no pasó desapercibido. En nariz predominan la fresa (como la de Aranjuez, pequeña y muy aromática) y las cerezas picotas. En boca es impresionante: equilibrado, con una acidez perfecta, y muy muy fresco. Un vino siempre apetecible y francamente armónico; intenso, sin un ápice de pesadez.
Algunos creen que los vinos de gamay envejecen con dificultad y que son vinos de consumo rápido. De lo primero discrepo y en lo segundo me reafirmo, no por problemas de evolución rápida, sino porque es un vino que vuela en la copa. Con una crianza de 9 meses aproximadamente, en barricas de roble usadas, le queda bastante vida por delante. Todo un lujo, muy apetecible ahora con el calor, a precio popular: 15 €. Es más fácil encontrarlo por internet, que en tienda.

Salud y hasta la próxima.


Roger