La entrada del presente post bien podría titularse "Rodaballo: un antes y un después". Esta es la historia de tres amigos, una reserva en el Restaurante Elkano, en Getaria, y una cita ineludible con lo que un servidor cree, el mejor rodaballo a la brasa que jamás haya probado. En fin.
Vista de la bodega Txomín Etxaniz, Getaria. |
Getaria vista desde el Alto de Garate. |
Como no teníamos prisa alguna por volver pronto, nos tomamos todo con mucha calma y cayeron un par de botellas de vino blanco. Empezamos los entrantes con un Náiades fermentado en barrica, más bien ostentoso y pesado. Este vino gusta bastante, aunque siempre se le apodera demasiado la madera. Y seguimos con una recomendación de Aitor Arregi, un Albariño Do Ferreiro Cepas Vellas, mucho más fresco, dócil y adecuado a una carta tan esmerada como esta. Y ya que estamos, por lo que respecta a la carta de vinos, muy correcta, a pesar de no ser larga, con representaciones más que reseñables de varios países.
En definitiva, una comida fantástica, un servicio muy atento y una compañía inmejorable. Mantelería, cubertería y copas muy correctas. Sobre todas estas cosas cabe reseñar el Rodaballo a la brasa, con esa salsa tan especial que sólo allí te puedes comer. Este fue el centro de atención de tres pobres infelices, que no sabían en realidad qué sabor tenía el rodaballo hasta llegar a aquel templo.
Copa, calma y unas risas coronaron el ágape, un año más. Después de tres años consecutivos visitando Elkano, auguro una cuarta visita, seguro.
Eskerrik asko y salud!
Pd: un abrazo muy fuerte para Charly y Curro. Sin vosotros no hubiera sido lo mismo.
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